
Me apetece compartir unas de las imágenes que guarda mi retina de este fin de semana, no son fotos con buena calidad, tampoco son las típicas fotos del “antes” y “después» de un maquillaje, pero si son perfectas para reflejar lo que hoy me apetece transmitir… la otra cara de la moneda, quizá la cara menos amable o agradecida del maquillaje, pero que forma parte del proceso y que por tanto cuido y mimo con la misma delicadeza con la que acaricio con la borla el rostro de una novia.
Porque cada trabajo es único, porque cada maquillaje es único, porque cada persona es única y porque cada vez que muevo mi maletín cargado de productos de maquillaje e ilusión a partes iguales, descubro situaciones, lugares maravillosos y únicos, que por su puesto se quedan en mi retina (como la de este fin de semana), en mi mochila de experiencias y en mi lista del “haber” para seguir progresando como profesional y persona.
Mis productos organizaditos y preparadaos para ser usados
Llegar la primera al lugar, examinar y escoger escrupulosamente la ubicaión con mejor iluminación para hacer maquillajes frescos y naturales.
Agradecida a la vida por poder trabajar y realizarme en mi campo, porque si haces lo que te gusta, sale lo mejor de ti y se produce la magia…
Gracias por leer Polvo de Hada, la magia del maquillaje.
Un trabajo genial ! 😉
Gracias!!!!